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¿Qué es la logoterapia?

Texto: ¿qué es la logoterapia?

Participantes: Juan Carlos Carvajal (docente acompañante), Jesús Egidio Cárdenas, Esteban Higuita, Mónica Henao.

Hora: 8:05 pm

 

 

Transcripción:

 

Egidio: no tenía claro esa Noción de libertad que es la que Frankl manifiesta tanto. ese sentido de tomar decisiones.

 

Juan Carlos: así es. Nosotros, puede que estemos amarrados por una serie de condiciones, pero eso no significa que no podamos verlo diferente. El ejemplo que yo siempre pongo en ese sentido, es el ejemplo de que: yo tengo mis dos hijas aquí en mi casa, te parece diarias tu: ¿yo tengo que responder por mis dos hijas? 

 

Egidio: inicialmente yo digo que si, por la etapa en que se encuentran, que es la responsabilidad de uno de darles como lo mejor para que ellas posteriormente tomen decisiones y puedan salir del hogar. Eso creería yo.

 

Juan Carlos: Claro, pero si tu lo miras, yo tengo todos los condicionantes que me obligan a eso, porque: la religión me lo exige, la ley me lo exige, la moral me lo exige, la cultura me lo exige. Pero, así y todo, tenemos 150 millones de niños durmiendo en la calle en el mundo. Así y todo, conocemos papás que son muy responsables, porque a cada hijo le ponen su propia mamá. Entonces este tipo de situaciones no debería ser posibles si nosotros “tuviéramos qué”, “si me tocara”, pero es que no me toca. Yo asumo, pienso, genero, acepto esa condición que me imponen de afuera y yo decido hacerme cargo. Pero si yo quisiera hacerme el pendejo, pues me hago el pendejo. Que de todas maneras me meten una demanda por alimentos ¡pues claro! Pero la demanda por alimentos a lo único que me puede obligar es a pasar dinero, y no a ser papá.

Conozco el caso de la chica que después de muchos años, va a buscar a su papá y la respuesta de este personaje es: yo no sé usted a que diablos vino aquí, yo con usted no tengo nada que ver y no quiero tener nada que ver, su mamá me obligó a responder, pero a penas usted cumpla los 18 yo no sé más de usted, ósea, yo no quiero saber de usted. Hágame el favor y no me moleste ¡así! Un canalla total el “man”, por supuesto te imaginarás como la puso a ella, un canalla total pero sí, la ley lo obliga a dar dinero, el 50% de lo que se gane, no más.

 

Egidio: pero el decide no ser papá.

 

Juan Carlos: el decide no ser papá, toca porque le tocó, porque lo obligaron; porque si no lo paga lo meten a la cárcel… Cada cual toma su decisión ¡no ves! Nada me puede obligar a mi a nada, si vemos lo que me toca, a mí me toca morirme, ese si me toca porque ahí si que no hay caso ninguno, pero de resto no me preocupa para nada.

Si yo me lanzo de la punta más alta ¿cuál es el edificio más alto en Medellín?

 

Egidio: el Coltejer

 

Juan Carlos: si yo me lanzo de la punta del edificio el Coltejer me toca estamparme contra el piso, eso si me toca. Pasa que no me toca ni morirme porque puede que caiga y no me mate y eso seria peor, pero de resto no me toca, de resto yo decido. Esa es la diferencia con el psicoanálisis, porque el psicoanálisis dice: no, cual decido hermano, es su inconsciente el que le dice y usted cree que no, pero igual usted hace lo que el inconsciente le pide y ya.

 

Egidio: ¿por eso entonces Viktor Frankl en sus terapias no forma hombres, sino las posibilidades que podía él tener para decidir?

 

Juan Carlos: así es, lo que tú haces dentro del ejercicio de la logoterapia es ayudarle a encontrar a la persona los motivos para “ser”, pero, a ti nadie puede obligarte a nada, esa es la realidad. Es la única realidad; nadie te puede obligar a nada. Con la pistola puesta en la cabeza, siempre puedes escoger la bala. Obviamente eso depende mucho de lo que tú estés escogiendo, entre la bala y ¿Qué? ¿Entre la bala y los 30.000 pesos que llevo en el bolsillo? Pues, tome y lléveselos. Entre la bala y la vida de mis hijas, Prefiero la bala. Ahí sí es diferente.

Entonces esa es una de las cosas que cuando uno empieza a comprender, empieza ha darse cuenta a qué se refería Sartre, cuando hablaba de que “el hombre estaba condenado a la libertad” y eso es lo que más adelante Erick Fromm establece por la misma época, porque Sartre muere en el 80 y Erick Fromm establece como “el miedo a la libertad” que es una espectacular explicación de por qué hacemos una cantidad de brutalidades que hacemos nosotros. Aunque no es estrictamente logoterapia.

¿conoces la teoría del no, de la libertad?

 

Egidio: No.

 

Juan Carlos: Resulta que Erick Fromm habla de que los seres humanos somos libres siempre ¡cierto! Es una posición muy Sartriana la de él, pero Fromm establece que: lo que pasa es que los seres humanos le tenemos pavor a la libertad ¿por qué? Porque resulta que: ser libre implica estar solo, separado del mundo. Cuando tú comprendes que con la pistola apoyada a la cabeza podrías también escoger la bala, te das cuenta que nadie te puede decir lo que toca, lo que tienes, ni lo correcto que hacer. Te das cuenta que a ti igual te toca decidir. Entonces cuando tú dices: y ¿usted por qué hizo eso? Porque ahí dice. No, usted decidió hacer lo que dice ahí. No, porque me dijo el cura, el pastor, el imán, el que quieras. Usted decidió hacer lo que le pidieron que hiciera.

Cuando tu descubres eso, pues entras en pánico porque significa que el 99% de las desgracias que te han sucedido en la vida son culpa tuya. Entonces, para no sentirte tú, solo. Para no sentir que eres el único responsable, empiezas a buscar excusas para no hacerte libre.

 

Una de esas excusas es el totalitarismo: que es cuando hay alguien por allá delante que dice “todos para la derecha” y todos para la derecha, “todos para la izquierda” y todos para la izquierda… y ¿usted por qué va para la izquierda? Porque él dijo. La típica excusa en la vida es: “es que yo solo cumplía órdenes”.

Contaba Frankl, en un libro decía: ¿usted fue guarda en un campo de concentración? Sí. Y ¿ustedes mataron judíos? Si claro, muchos. Y ¿torturaron judíos? Si, algunos. ¡oiga! pero usted es una mala persona. ¿por qué? Yo solo cumplía órdenes. Entonces, él no era libre, y resulta que él decidía cumplir las órdenes.

Ahora, ¿se juega la vida? Si, se juega la vida al incumplir la orden, por supuesto. Pero Frankl en “el hombre en busca de sentido” cuenta que: había guardias que les contrabandeaban morfina y medicamentos a los prisioneros en el campo. Arriesgan su pellejo, porque donde lo lleguen a coger, cual juicio, lo fusilan en el sitio, ahí mismo lo fusilan. Entonces, arriesgo de su propia vida ellos hacían porque consideraban injusto lo que estaba sucediendo. No tenían poder para evitarlo, pero hacían lo que podían dentro de sus límites. Esa es la razón de que Frankl siempre fuera enemigo de la idea de la culpa colectiva.

 

El otro mecanismo para evadirse de la libertad, es el conformismo autómata, es decir: como decía mi abuelita ¿para donde va Vicente? para donde va la gente” … entonces usted hace todo lo que hace, no porque usted lo considere bien, correcto y apropiado, sino porque todo el mundo lo hace. ¡oiga! y ¿usted tiene relaciones con su novia antes de casarse? Sí. Y ¿por qué? ha porque eso es normal, todo el mundo lo hace. No porque yo la quiero, no porque me parece correcto, no porque yo creo que esa es la forma. No, “es que como todo el mundo lo hace” …

 

¡oiga! y usted viendo que está eso así de cochino, ¿bota el papel al piso? Ha, no ve que todo el mundo lo bota, yo porque me voy a ir hasta la caneca… porque así yo no tengo que decidir, hago lo que todo el mundo hace, entonces ya no me toca ser libre.

 

Y la otra estrategia es la destructividad: que es esa teoría común aquí en Colombia. ¿Tus sabias, por ejemplo, (dato curioso) que a los cangrejos de cualquier parte del mundo cuando uno los mete dentro de un balde, toca tapar el balde; menos a los cangrejos colombianos? ¿sabias ese detalle? Porque imagínate que cuando tu metes a los cangrejos dentro de un balde, a ellos hay que taparlos porque tienden a subirse uno sobre los otro y salirse. Pero, cuando un cangrejo colombiano intenta salirse, no falta otro que lo jala y para abajo…  no hay ninguna necesidad de tapar el balde y es así…

 

¡huy! Mire ese vecino, tan bonita que le quedó la casa; ¡hum! Eso es que anda en negocios raros… huy mire está china, no más entró hace 6 meses y ya está de asistente de gerencia… ¡hay! Eso fue que se lo dio al jefe… claro, porque que yo sepa el jefe no es gay ni yo tampoco, yo no se lo puedo dar al jefe. Como el vecino anda en negocios raros, pero yo no, entonces por eso el vecino si puede cambiar la casa y yo no… por eso ella si progresa, en cambio yo no… pero no tiene nada que ver que el vecino lleve 5 años ahorrando él, y sus 3 hijos, y su mujer, ni que ella sea la primera en llegar y la ultima en irse y la única que ha entregado resultados, ¡no! Eso fue que ella fue y se lo dio al jefe… Para así, al destruir al otro, no tener yo que asumir que no estoy haciendo lo que me toca, que yo no estoy asumiendo mi libertad.

 

Los seres humanos le tenemos físico pánico al ejercicio de la libertad.

Frank era muy adversario de la noción de que nosotros no somos libres, al contrario. Pero es que la noción de libertad plantea muchísimas dificultades. Al final tu tienes la ley, la cultura y un montón de vainas más, pero si tu estás dispuesto a pagar cualquier precio, si estas dispuesto a hacer cualquier cosa que tengas que hacer, tu no tendrías ninguna forma de contenerlo.

 

Muchas veces tu no vas y le partes la cara al vecino pensando en el carcelazo que te llevarías si le rompes la mandíbula, pero si a ti ya no te importa, pues ¡ya que!

 

El hombre más peligroso del mundo es aquel que no tiene nada que perder, porque el estaría tranquilamente dispuesto a hacerse matar y le da lo mismo.

 

Ahí es donde la cosa no funciona como se supone o como uno pretendería.

 

Esa es la noción a la que se le tiene mucho susto de admitir la libertad.

Ahora, hay cosas que no puedes manejar, hay situaciones que suceden más allá de tu control ¡total! pero aún frente a esas situaciones que tú no puedes controlar, existe siempre la posibilidad de tomar una actitud y decidir qué hacer con ellas. Ahí es donde viene esa distancia enorme entre el psicoanálisis y la logoterapia.

 

Para la logoterapia el ser humano es un ser autoconstruido, para el psicoanálisis es un modelo hidráulico, tal como un gato hidráulico; cuando tú presionas la palanca del gato hidráulico, tú mueves una cantidad de liquido que hay dentro del gato que puede ser agua o aceite, y eso multiplica por 2.000 la fuerza tuya y por eso tu con una sola mano levantas un carro de 4 toneladas ¿cierto? En el psicoanálisis es igual: el estímulo, lo que sucede en el mundo, desplaza unos contenidos inconscientes que son los que al final producen la respuesta.

Para la logoterapia particularmente, el ser humano se construye a sí mismo y él se decide, y es en ese decidirse en el que alcanza o descubre el sentido de su vida, tanto a nivel individual como de lo social.

 

Esteban: Desde la logoterapia ¿Cómo se entiende el inconsciente?

 

Juan Carlos: la logoterapia reconoce que existen elementos inconscientes pero que no son el punto central de la vida de la persona. Frankl reconoce en el inconsciente, por ejemplo, el inconsciente Espiritual, es decir: hay que tener en cuenta que el humanismo por principio, por su misma naturaleza y su misma postura no es, o no debería ser radical en cuanto a negar el resto de los elementos de la persona.

 

Para nosotros lo más fundamental es el propósito, lo que la persona pretende logar con eso y la decisión, la libertad, pero no es que no reconozcamos que la libertad se produce en un contexto. Es decir: yo conocí el caso del chico que consume alcohol y drogas, mete hasta talco para los pies… y ¿usted por qué mete tanto? A no ve que mi papá era borracho, eso fue lo que me enseñaron en la casa… el hermano de él que se hace dar en la geta para no tomarse un trago. Y ¿usted por qué nunca toma? A no ve que mi papá era un borracho, usted cree que yo voy a hacer pasar a mi familia por lo que mi papá nos hizo pasar.

 

¿Quiere decir que para el que no toma no fue importante que su papá fuera un borracho? Todo lo contrario, fue tan importante, que precisamente por eso, no toma. Las decisiones se toman, pero no se toman en el vacío.

 

No reconocer que la depresión tiene una afectación cognitiva y tiene una afectación neurológica y que la serotonina y la dopamina se reducen cuando la persona está en un estado de depresión, sería ridículo. No reconocer que la persona viene de una historia de aprendizaje que puede estar afectando su manera de decidir, sería absurdo. Lo que pasa es que nosotros además de reconocer que esos elementos existen, consideramos que el ser humano es más que la suma de sus partes. Entonces el ser humano es más que su aprendizaje, su inconsciente, sus relaciones, sus pautas; es más que todo eso, porque es todo eso más su decisión, más su capacidad de construirse a sí mismo.

No es que eso no importe, no es que eso no exista, lo que pasa es que nosotros somos capaces de ir por encima de eso si así lo queremos.

 

Egidio: Vuelve y aparece la decisión.

 

Juan Carlos: Siempre. Es el punto fundamental, no solamente en logoterapia, en el enfoque humanista en general, si tu quisieras reducir todo el enfoque a una sola palabra, esa palabra es “libertad”, todo el resto se cuelga de ahí. Ese es el punto fundamental, por eso nosotros nos fijamos más en las potencialidades y en las habilidades que la persona tiene que, en las dificultades, porque no estamos mirando a la persona porque no puede, sino la persona como lo va a resolver. Que herramientas tiene para poder solucionar su situación, debido a que él es capaz de decidir el uso de esas herramientas frente a la situación.

 

Egidio: cuando se hace referencia a lo noético, a eso espiritual, a ver; lo espiritual siempre lo hemos relacionado mucho con la religiosidad y por eso la psicología se vuelve como muy temerosa en tocar ese aspecto ¿cierto? Pero digamos: Viktor Frankl logra como entrar en eso, tampoco tocando directamente la parte religiosa, pero si diciéndole: usted hace parte de algo superior.

 

Juan Carlos: ¡correcto! desde el punto de vista de la logoterapia, y ahí sí la logoterapia y no el humanismo en general, porque hay versiones del humanismo que son claramente ateas y que son nihilistas totales, ateo a lo bruto, a lo salvaje. Pero la logoterapia si es de corte teosófico; ojo que no “teológico”. Teológico implicaría que asume una postura propia o definitiva frente a Dios, pero aquí más teosófico en el sentido que reconoce una naturaleza superior y una dimensión superior al ser humano en la cual, él puede encontrar el sentido.

En ese orden de ideas, la logoterapia si es muy desde ese corte no religioso. Yo para evitar conflictos con muchos de mis colegas, en lugar de hablar de espiritual, suelo hablar de existencial, que para Frankl viene siendo lo mismo y se evita uno tantos altibajos con la gente.

 

Esteban: en uno de los textos de Viktor Frankl dice que: lo espiritual es lo libre que hay en el hombre.

 

Juan Carlos: Lo espiritual es lo libre precisamente por eso es lo existencial.

 

Esteban: la parte espiritual, que siempre la entendemos desde la parte teológica y no desde lo existencial, siempre corremos el riesgo a confundirnos en ese aspecto, pero ya que hablas de la libertad queda más claro.

 

Juan Carlos: Claro, porque la dimensión noética, se refiere al “Nous” que es el sentido, la dimensión noética es la dimensión del sentido. ¿Ustedes se acuerdan en gramática de la palabra noema y noesis? ¿El significante y el significado? Noético viene de la misma raíz griega, del “Nous”. Entonces se trata del sentido de la situación.

 

La dimensión noética está compuesta por 4 elementos; 2 de esos son capacidades existenciales y 2 de esos son capacidades personales o recursos noéticos. Las 2 existenciales son la responsabilidad y la libertad; y los dos personales son la autotrascendencia y el autodistanciamiento. Esos cuatro elementos son los que configuran la dimensión noética, que esa es la que Frankl en sus textos se refiere como espiritual, de manera que si cambiamos espiritual por el termino noético o por el termino existencial, perfectamente vale, estamos hablando de lo mismo y evitamos a ciertos colegas de ciertos modelos se les pongan los pelos de punta. Ellos entran en pánico cuando uno dice: espiritual. Ahora, ¿qué hay con lo religioso? Lo que hay que tener en cuenta con lo religioso, es que puede ser muy bien un recurso que el terapeuta use con el paciente, si el paciente lo trae a terapia. Si el paciente lo trae a terapia y tu lo encuentras como un recurso valido para ayudarle, bien. Pero lo que no debes tu hacer en ningún contexto, es hacer apostolado en la terapia, es decir: si tu como terapeuta eres católico y tu cliente es cristiano protestante, entonces, el ejercicio no es volverlo a la verdadera religión… no. Si es, al contrario, tu eres cristiano y el paciente católico tampoco. Sus creencias religiosas como terapeuta deben estar muy alejadas de la realidad del paciente, porque esas son las del terapeuta, pero si el paciente trae a terapia el recurso de lo religioso, pues aprovechar.

 

Un ejemplo de mi práctica profesional en clínica:

en una ocasión se presento una señora a mi terapia diciendo que ella venia porque ella estaba teniendo unas angustias; lo que estaba teniendo en realidad era unas crisis de pánico muy violentas. Y ella en los primeros 5 minutos de consulta me dijo por lo menos 4 veces: “es que mi Dios y la Virgen santísima”. Entonces, si eso no era una clave, yo no sé cómo se llama eso.

Entonces yo le dije a ella:

¡su merced! Parece, tengo la sensación de que usted es una persona muy religiosa…

sí doctor yo soy muy religiosa, yo creo mucho en mi Dios, yo rezo mucho.

Y yo dije: ¡y su merced! ¿reza el rosario?...

claro, sí. Yo rezo el rosario.

¿Cuándo le dan esas angustias usted reza el rosario?     

Si señor. Y yo le pido a mi Dios que me quite la angustia, pero el no me escucha.

Pues claro, si tú estás ahí rezando: “no quiero estar angustiada” “no quiero estar angustiada” …pues peor.

Entonces lo que yo le dije fue: vamos a hacer lo siguiente.

¡su merced! A partir de ahora va a rezar el rosario cuando sienta la angustia, pero lo va a hacer de la siguiente manera: se va a concentrar únicamente en la imagen de la anunciación, cuando el ángel le estaba haciendo la anunciación a maría y se va a concentrar en lo que significa cada frase del padre nuestro y lo va a ofrecer no para que le quite la angustia sino por alguien más que usted sabe que lo necesita.

En 4 semanas redujimos al 70% las crisis de angustia.

 

Esteban: la intención paradójica.

 

Juan Carlos: correcto. Más bien una derreflexion. Pero no tanto porque el ejercicio es: póngalo a rezar el rosario, No. Sino porque era el recurso que ella traía y utilizamos ese recurso para obligarla a ella a distanciarse de la situación, a mirar para otro lado, concentrarse en otro tema y ahí le bajamos la angustia.

 

Esteban: le da un sentido diferente.

 

Juan Carlos: le da un sentido diferente. Porque ella empieza a concentrar su atención no en la angustia, sino en su oración, que a ella le resulta muy valioso y muy útil. Entonces en ese orden de ideas, maravilloso porque estamos usando sus mismos recursos. Lo que no podría yo hacer, es ponerla a rezar el rosario si ella es musulmana, no. No, porque eso es agredirla, eso es violentarla.

 

Egidio: por eso para Viktor Frankl es muy importante esa cosmovisión que tiene la persona de toda su vida y su entorno.

 

Juan Carlos: así es mi estimado amigo. Lo importante es que tu funcionas en términos de lo que tu paciente necesita. Allí, en ese orden de ideas yo si soy muy Rogeriano, para mí, el mejor estilo de relación es el estilo Rogeriano. Porque, en ese orden de ideas lo que tu tienes que hacer es meterte en el campo fenoménico del paciente.

Campo fenoménico:  todos los seres humanos vivimos en un campo de experiencia, en un campo fenoménico. Todos los fenómenos del mundo, todo lo que pasa, llámese: positivo, negativo, bueno o malo, familia, trabajo o como le quieras tu decir. Todas esas cosas que suceden, suceden dentro de tu campo de experiencia. Solo lo que está dentro de tu campo de experiencia es posible conocerlo; eso se llama el campo fenoménico, es decir:

Esteban tiene una serie de experiencias en este momento, y está aprendiendo unas cosas y está escuchando unas cosas y está entendiendo unas cosas. Si dentro de la audiencia que me escucha en este momento hubiera alguien que está en desacuerdo, que es psicoanalista; estaría entendiendo otras, viendo otras, interpretando otras, porque su experiencia es diferente. Cada uno tiene una experiencia diferente, ese es el campo fenoménico.

 

Solo existe en tu vida aquello que existe en tu capo fenoménico, un ejemplo muy sencillo de eso es el siguiente: alguno de ustedes sabe ¿Dónde queda el mar de la tranquilidad?... el mar de la tranquilidad es el cráter más grande de la luna. Pero fíjate que hasta el momento que yo les digo que existe el mar de la tranquilidad; que es un cráter y que queda la luna, el mar de la tranquilidad no existía. Hasta que el fenómeno no hace parte de tu experiencia, no existe. Y esa experiencia puede llegar por lo intelectual, por la imaginación; por donde quieras. Pero tiene que haber un nivel de conexión con la experiencia, lo que no está en el campo fenoménico, no existe. Y puede que esté afuera en el mundo, pero no existe para ti, y en tanto no exista para ti, pues no existe porque no puedes operar con ello.

 

Esteban: eso quiere decir que: lo fenomenológico en el sentido terapeuta - paciente, es que el terapeuta logre comprender que es lo que está pasando, que es lo que está viviendo el paciente, aunque el terapeuta no lo haya vivido.

 

Juan Carlos: tienes que aprender a comprender cómo lo vive el paciente, esa es la única realidad que importa. Aquí no importa la realidad, importa su realidad, porque es la realidad de él la que lo está llevando o facilitando, o ayudando a tomar determinadas decisiones, que pueden ser positivas o negativas para él o para los demás, que pueden ser incluso origen de una enfermedad mental, tranquilamente. Pero eso es parte de su realidad. Lo que tú tienes que hacer es inscribirte en la realidad del otro, es ver el mundo como lo ve el otro. Eso es del todo imposible, pero por lo menos nos podemos acercar bastante.

 

Esteban: eso tiene que ver con lo empático.

 

Juan Carlos: es exactamente la empatía. El nombre correcto de eso es: empatía.

Por ejemplo: Mónica que nos está escuchando. Mónica y yo nunca vamos a poder comprender completamente el mundo del otro, por una razón elementalmente sencilla; Mónica es mujer y yo soy hombre. Y, ese solo hecho biológico, más allá del tema de genero y demás, ese solo hecho biológico hace que la comprensión del mundo sea muy diferente.

Yo no puedo, aunque yo tengo dos hijas; yo no puedo saber como es ser mamá, porque yo soy papá y ser papá no es ser mamá ¿Si me explico?

Aunque yo no puedo nunca vivirlo como lo vives tú, si puedo llegar a comprender que es lo que tu estás viviendo y que es lo que tú estás comprendiendo. En la medida en que yo más entiendo lo que pasa contigo, es más fácil para mi ayudarte a ti a tomar tu propia decisión y a asumir tu propia decisión.

Tengan en cuenta que al final del ejercicio, lo importante no es la discusión sobre si tu decides, porque tu siempre decides. No decidir, es una decisión. Tu siempre decides, lo importante no es tampoco la decisión que tomas, porque si decides bien, sigues adelante; si decides mal, pues te levantas, y te sacudes y continuas. La pregunta de verdad difícil es ¿si estás dispuesto a vivir con las consecuencias de las decisiones que estás tomando? Esa es la verdaderamente difícil de responder.

 

Resulta que yo decidí, ir a matar al tipo que le hizo daño a mi hija y no me importa nada, no me importa si termino en la cárcel, no me importa lo que sea, pero yo lo voy a encontrar y lo voy a matar porque el tipo me dejó a la niña cuadripléjica de las piernas para abajo, y yo voy y lo busco y le pego un tiro.

Después de que le pego un tiro y resulto yo en la cárcel, me doy cuenta que mi familia quedó abandonada, me doy cuenta que eso no cambió nada porque la niña sigue en una silla de ruedas, me doy cuenta que yo no debí hacer eso, me le tiré la familia al otro, dejé a los hijos del otro sin papá, y yo, ahora tengo que vivir con eso. Porque esa es una decisión que yo no puedo hacer para atrás. Ya la embarré, ya lo hice. Es de las pocas cosas en la vida que no tienen ninguna reversa, lo maté. Y en el proceso para encontrarlo y asesinarlo, me tiré yo mi vida, abandoné todo.

Entonces ¿si valía la pena?

No me senté a pensarlo, porque si me hubiera sentado a pensarlo no hubiera hecho algo así.

¿realmente justifica?

 

Hace unos tres años atrás, mi hija Alejandra, la menor. Tenía dos años y medio. Estaba en el parque con mi esposa, fue a acercársele a un perro que estaba ahí amarrado al lado de un árbol y el perro le mordió la cara, le abrió la frente, la nariz y el labio. A la niña le cogieron 32 puntos en la cara. No le quedó ninguna marca permanente, tiene una cicatriz en la frente, pero no es demasiado grave.

¿Qué creen que quería yo hacer con el dueño de ese perro?

 

Egidio: “matarlo y comer del muerto”, como dice uno.

 

Juan Carlos: pues claro. Cuando yo fui a buscarlo para arreglar la situación, para pedirle los papeles del perro, hice el mayor ejercicio de autocontrol en mi vida. Pero lo que yo pensé antes de ir a buscarlo fue: si lo mato, si le rompo los huesos a este desgraciado y lo mando para el hospital, no soluciono el problema, y el problema que tengo que solucionar, es mi hija. Necesito los papeles del perro porque necesito que me le puedan hacer el tratamiento y no me le tengan que poner un montón de inyecciones. Entonces voy a arreglar este problema. Fui y hablé con el hombre, el tipo afortunadamente no me contestó con dos piedras en las manos, se hizo cargo de la situación y eso facilitó que yo no hubiera acabado rompiéndole los dientes. Porque donde el tipo se me ponga “salsa” la mecha me hubiera durado como 15 segundos. Porque estaba muy enfurecido yo.   

Hay que aprender a pensar con la cabeza. ¿Qué gano yo si lo mato? Es ese el proceso. Pero esa fue una decisión que yo tomé; yo decidí no romperle todos los huesos del cuerpo al “man”. ¿fue una decisión difícil? Sí, pero fue mi decisión, porque yo necesitaba otra cosa, tenía otro objetivo y era más importante eso que cualquier otra cosa.

 

Esteban: Ahora que hablabas del autodistanciamiento y la autotrascendencia, no tengo muy clara las dos, pensaba que son muy parecidas. Cuando yo logro distanciarme de mi mismo es cuando trasciendo. Así es como lo entiendo.

 

Juan Carlos: ahí hay dos grandes capacidades del ser humano:

1. Ir más allá de mi mismo.

2. Verme en situación.

Devolvámonos un poco hacia lo existencial hablando de que Heidegger decía que nosotros somos Dasain, un ser en el mundo, un ser en relación “con”. Y la tarea del Dasain es encontrarles sentido a las situaciones de la vida, encontrarle una lógica, un orden al mundo.

 

Al ser yo, un ser allí, un ser en el mundo; eso implica que yo debo… yo vengo de otro lado y llego al mundo, y llego a ver un mundo en desorden. Eso significa que yo puedo tomar distancia de mi mismo y ver como estoy siendo en las situaciones.

El ser humano es, pero además de ser; está siendo. En este momento yo estoy siendo profesor acá, pero cuando terminemos de charlar y yo me vaya a dormir, entonces estoy siendo esposo de mi esposa y, en otro momento estoy siendo papá de mis hijas y, en otro momento estoy siendo funcionario de la universidad.

En cada momento en que estoy siendo, estoy siendo ligeramente diferente, yo soy siempre el mismo, pero siempre soy distinto. Porque en cada sitio tengo una propia forma de ser. En ese orden de ideas, yo no estoy absolutamente terminado y no estoy completamente hecho, sino que yo puedo ser un poquito diferente cada vez.

 

Al estar siendo, quiere decir que yo puedo mirar como estoy siendo en una determinada situación; eso es autodistanciarme. Entonces yo me doy cuenta que estoy vivenciando mi ansiedad y mi forma de resolver mi ansiedad es: coger el rosario concentrándome para dejar de ser esa persona ansiosa en ese momento y eso me ayuda al fin a bajarme. Yo puedo mirar como estoy siendo, y decidir sobre eso. Yo puedo ver que estoy siendo muy agresivo con mi pareja y entonces le freno, porque digo: huy no, espere. Yo no puedo decir esas vainas, porque luego toca tragármelas. O puedo ver que estoy siendo como yo quiero ser, estoy siendo la persona que quiero ser, para bien o para mal. Ese es el autodistanciamiento. Yo puedo ver de alguna manera mis propios toros desde la barrera.

 

¿ustedes han visto que después del partido todo el mundo es técnico de la selección Colombia? Todo el mundo sabe que había que meter a Falcao, y que ¿usted para que sacó a este? ¿y usted por que no se mandó por la derecha?... pero estar allá asiéndole, es distinto. Pasa lo mismo con el torero y el banderillero, mientras el banderillero está detrás de la barrera… hermano para que lo agacha, sáquelo del centro… si, pero cuando usted esté en frente de ese monstruo que le viene a partir, la cosa es diferente. Entonces, nos pasa exactamente lo mismo siempre. Lo bonito es que nosotros podemos ver nuestros propios toros desde la barrera, es decir: podemos estar parados adentro y afuera al mismo tiempo y mirar que es lo que estamos haciendo y como estamos siendo; eso es autodistanciar.

 

Para autodistanciar se requieren tres cosas:

1.       La autoconciencia: darme cuenta de mi mismo, saber lo que está pasando conmigo.

2.       La auto regulación: la posición que puedo tomar frente a eso.

3.       La auto proyección: es ver como va a ser esto en el futuro.

 

Primero soy consciente de mí mismo, luego soy capaz de tomar una posición y decidir frente a esa necesidad que tengo en ese momento y luego soy capaz de ver cual sería la consecuencia de esa decisión en el futuro para saber si la llevo adelante. Ese es el autodistanciamiento.

Me permite separarme de la situación, mirar hacia otro lado, ver cuales son las otras posibilidades, esa es la base de la derreflexion.

 

Autotrascendencia: en la autotrascendencia yo me voy más allá de mí mismo.

Cuando yo estoy con mi hija, y mi hija me dice: papi tengo hambre y yo me estoy comiendo una empanada. Yo cojo la empanada y se la doy para que se la acabe. ¿por qué? porque es mi hija y es importante y yo no quiero que mi hija pase hambre… ¡sí! Pero también es así porque yo puedo aplazar mi hambre para calmar la de ella. Yo puedo dejar de lado mi hambre, yo puedo ir más allá de mi hambre para cubrir el hambre de ella. Eso se llama auto trascender.

 

Para poder autotrascender, yo tengo tres condiciones que cumplir:

1.       La diferenciación: yo tengo que entender que el otro es diferente de mí, pero es igual de valioso. Yo tengo que entender que mis alumnos son distintos, pero no son menos, solo diferentes. Y en ese caso yo permito un proceso con ellos, porque estamos de alguna manera de igual a igual, aunque la estructura de la universidad me obligue a tomar una cierta postura, estamos entre iguales, porque ellos son igual de importantes que yo y sus problemas son igual de graves que los míos.

2.       La afectación: tengo que dejar que me importe. Para mí mariana es igual de valida a mí y muchos dirían que es más valida que yo, más valiosa, más importante que yo. Para mí, ella es igual de importante que yo. Pero además me afecta, me duele que ella tenga hambre.

3.       La entrega: hacer algo concreto por eso. yo le doy la empanada a mariana.

Resulta que yo dono dinero para ayudar con las hambrunas en África ¿por qué? porque yo entiendo que eso niños de áfrica son igual de importantes que mis niños, porque esos niños de África son igual de valiosos que los niños que yo veo acá. Porque a mi me afecta y me duele y me siento mal y me duele la humanidad de ver a esos pobres niños allá con hambre, por lo tanto, hago algo concreto y voy y dono 10 dólares para ayudarles, o 100 o 200, o me voy para el África a repartir almuerzos o lo que sea…

 

Cada quien trabaja desde lo que tiene y desde lo que puede y desde como lo ve más fácil, pero todos tenemos que trabajar en hacer la diferencia. Santa Teresa de Calcuta decía: si no vives para servir, no sirves para vivir. Necesitas estar siempre en la entrega del otro, pero esa trascendencia se da en la medida que yo me lo permito. Yo puedo ir más allá de mi mismo y puedo trascender. Yo puedo considerar el hecho de que: “el enemigo de este país sean los X o los Y o los Z”… entonces yo puedo considerar que mis conciudadanos son tan importantes como yo y puedo considerar que: “la patria es un concepto que todos debemos proteger”… y entonces en función de eso, como me duele mi orgullo patrio entonces, cojo el fusil y me voy para el monte, como soldado, como guerrillero o como lo que quieras. ¿me explico que el principio es el mismo? Aunque unos sean legítimos y otros los ilegítimos, los buenos y los malos y lo que quieras… pero la razón que pudiéramos argüir es la misma, porque sentimos que estamos trascendiendo en el hacer ese ejercicio. Sentimos que somos parte de algo más grande, que estamos luchando por algo superior y somos capaces de ir a poner la vida, que no es ninguna tontada.

 

Entonces eso es trascender, autotrascender; que la causa que nosotros abracemos sea justa o no, eso es harina de otro costal, que lo que estamos haciendo sea correcto o no es una discusión diferente. Pero tenemos la capacidad de ir más allá de nuestras propias necesidades e intereses para llegar hacia una posición más allá de nosotros. Eso significa autotrascender.

 

Cuando yo quiero ayudar a que una persona salga de una crisis que tiene porque no tiene sentido en su vida, una forma importante de lograrlo, es llevarlo a que auto trascienda, es decir: a que encuentre una tarea, una causa, una persona… algo que lo lleve a salir de esa situación en la que solo puede pensar, para pensar en algo más allá de si mismo.  Ese es auto trascender.

Otra forma de trabajar con él, es ayudarlo a que deje de mirar para adentro, a que deje de mirarse únicamente lo malo de la situación y empiece a ver todo el contexto, que empiece a ver como está él facilitando y promoviendo la situación que le hace daño y así el pueda decidir cambiar; ese es el autodistanciamiento.

 

Una pregunta que yo solía hacer mucho en situaciones de pareja a mis pacientes, es una pregunta que yo sé que suena muy fea y que es una pregunta “berraca”, pero es una pregunta muy útil. ¿Qué estás haciendo tú para que el problema se mantenga? “no, yo nada, ahí la mala es mi mujer” … para que esto siga existiendo y para que usted lleve 15 años de casado y sigue la misma pelea, usted está haciendo algo para sostener la pelea. “no, pero es que yo no hago nada” … ha bueno, ahí está. Si no hace nada para arreglarlo, precisamente no hacer nada es lo que hace que se mantenga. Usted deja que se quede así. Esa es una forma de facilitar que la cosa siga porque no estás haciendo nada para resolverla.

Cuando la persona se da cuenta que efectivamente él si está haciendo algo, que él efectivamente está colaborando en el mantenimiento de la situación; ahí es donde puede tomar la decisión de no hacerlo más o de plano romper la relación y largarse y ya, pero ya hay solución.

 

Yo suelo decirle a mis alumnas y a las mujeres cuando me preguntan, por ejemplo: ¿yo como hago para hacerle entender a mi marido qué?... yo le digo: eso no se puede, porque los hombres no entendemos las indirectas, indirectas. No entendemos las indirectas claras y no entendemos las indirectas directas porque de plano no entendemos las indirectas… si usted quiere que algo cambie, pues dígale clarito y ya está. ¿Yo como le hago entender que quiero que pase más tiempo conmigo? No, no se lo puede hacer entender, se lo puede decir: quiero que pasemos más tiempo juntos. Y entonces tu pareja te dice: bueno o te dice: no o se acaba o lo que sea, pero se resuelve. Pero cuando usted aspira a que el comprenda que lo que usted quería decir era qué… ahí no hay caso.

No solemos ser tan sutiles en las relaciones nosotros.

 

Entre hombres es mucho más sencillo: o somos amigos o nos damos en la geta y ya estuvo, es así de sencillo. Entre las mujeres hay más matices en las relaciones.

Es difícil que yo le entienda lo que ella me quiere dar a entender. Yo sé lo que me dicen y si me lo dicen clarito yo tomo una postura, pero si no me lo dicen, está complicado.

Eso es muchas veces lo que pasa, que la relación se complejiza porque se asume y se espera que el otro entienda o se supone que el otro debería entender y eso nunca pasa. Hay que ser claros y así es más fácil.

Cuando la persona descubre eso, entonces puede tomar una postura y resolver, y eso es cuando tú le ayudas a verlo a él a verse en situación y a darse cuenta que él está actuando así porque él cree que él cree que ella piensa, que él dijo, y ahí murió.

Estamos partiendo de 4 suposiciones diferentes y así no hay manera de arreglar. En cambio, cuando él se da cuenta que está haciendo eso, puede decidir seguir haciendo eso y dejar las cosas así o puede decidir cambiarlo y resuelve el problema. Lo importante es que pueda vivir con la consecuencia de su decisión.

 

Esteban: eso aplica para el rol de terapeuta, uno no debe suponer que el paciente está queriendo decir algo si yo no lo pregunto o lo aclaro.

 

Juan Carlos: así es. Tu nunca en la vida vas a entender lo que el paciente te quiere decir, tú tienes que preguntarle. Tú puedes percibir cosas y con el tiempo desarrollas la habilidad para entender lo que el otro está pretendiendo y lo que el otro busca lograr con eso. El error de eso es, creer que eso por sí mismo es así. Yo puedo estar hablando con Esteban, y yo percibo que Esteban está muy angustiado… esa es mi percepción, porque la pregunta debería ser para mí ¿Cómo me siento yo con lo que él me está contando? Yo siento angustia y creo que esa es la angustia de Esteban. El error no está ahí, el error estaría en creer que eso es verdad, sin confirmarlo. Yo lo que tengo que hacer es reflejar, y decirle a Esteban: oye Esteban, si te comprendo bien ¿tu estás muy angustiado porque…? Y puede que la respuesta de Esteban sea, no, más bien decepcionado. Él se aclaró, yo aclaré y ya nos estamos conectando y Esteban tiene la sensación autentica de que yo estoy auténticamente interesado en comprenderlo.

 

No esta mal que yo utilice mi emoción como herramienta, lo que estaría mal, es dar por sentado que mi primera conclusión emocional es correcta, porque puedo estar perfectamente equivocado. Puede ser que me esté afectando algo personal mío y yo me esté metiendo es en mi propio rollo y no en el rollo del otro.

 

Lo importante no es tratar de no sentir, porque eso no va a pasar. Lo importante es utilizar eso como una herramienta, pero no darlo por cierto en ningún momento. Tú no tienes ninguna manera de saber que eso que tu estas sintiendo, pensando, suponiendo, teorizando sea verdad hasta que no se lo preguntes. Puede que, si sea verdad, puede que le hayas atinado y con el tiempo, y con la practica uno aprende a ser bastante preciso en sus percepciones, pero nunca, no importa cuanta practica tengas, nunca puedes dar por entendido eso, porque tu siempre estas cargando con tus propios prejuicios.

La forma más rápida de uno volverse prejuicioso es creer que no tiene prejuicios. Siempre los tienes, sin excepción.

 

Egidio: que bueno mirar sobre el método Socrático de hacer esas preguntas poderosas, para entrar en la realidad del otro, en ese campo fenomenológico, porque a veces cuando uno está haciendo una terapia es muy duro irle sacando ese malestar que tiene la persona, porque hay veces no lo quiere contar o divaga mucho diciendo otras cosas y le hecha a uno una historia, un cuento, pero el problema él lo tiene latente pero no se lo quiere a uno manifestar.

 

Juan Carlos: una cosa que tienes que tener muy en cuenta, y que es muy importante es que: en la terapia humanista, quien maneja la terapia es el paciente. Es el paciente quien decide de qué hablar, cuando hablar de eso y como hablar de eso. Es el paciente quien decide en qué trabajar, tu no le tienes que sacar la información, la información relevante en terapia es la que el paciente ofrece libremente.

 

Cuando hablamos desde un modelo conductual, por ejemplo, tenemos que ajustarnos a lo que la formulación del caso clínico nos solicita. Entonces tenemos que buscar antecedentes de la conducta, consecuentes de la conducta, factores de riesgo, factores de protección, etc. Eso tendríamos que hacerlo desde un modelo conductual. Desde un modelo sistémico nos interesa la pauta, el lenguaje, las diferencias, las distinciones… aquí no. ¿Por qué el paciente no te está contando lo que de verdad le molesta? Porque no siente que en la relación haya la suficiente seguridad para eso. Si el paciente no está abordando el tema que es verdaderamente la causa de su malestar, es porque tu no le estas dando el espacio necesario, tienes que trabajar más en la relación.

¿Cómo se le da el espacio necesario? Eso es tema largo… pero les recomiendo el libro: “la comunicación no violenta “de Marshall B. Rosenberg. Es la postura de Rogers…

 

¿Qué es entonces lo que nosotros tenemos entender? Que no somos nosotros los llamados a hacer por el paciente, el paciente hace por sí mismo.

 

Mónica: leí el documento ¿Qué es la logoterapia? Y hablaba de unas técnicas como la intención paradójica y la de reflexión y el documento acaba ahí y no se si hay más, y me gustaría saber ¿si vamos a profundizar mas en ellas?

 

Juan Carlos: según entiendo, la idea de ese texto era hacer una introducción al tema para poder ir abordando la logoterapia. Las técnicas por supuesto podemos abordarlas. A parte de la intención paradójica y la derreflexion, podemos hablar de la cura medica de almas, de la modulación de actitudes y fundamentalmente del dialogo Socrático, que es la técnica fundamental, todo lo que se hace, se hace a través del dialogo Socrático. Eso es lo primero que hay que aprenderse. Pero considero yo, en mi experiencia, que es más sabio entender primero los principios para llegar después a la técnica.

Porque al final en logoterapia, como todo el modelo humanista, no existe la pregunta correcta o la pregunta especifica para… no hay una secuencia de preguntas que tu debas hacer para una persona con depresión o con ideación suicida, cada caso es diferente. Entonces, como cada caso es distinto, la pregunta correcta deviene de haber entendido el principio. Cuando la persona te dice: es que yo no puedo porque yo siempre he sido así y no puedo cambiar; no hay una pregunta correcta para eso. Pero si hay un principio que dice: las personas son libres y toman decisiones. Entonces tu pregunta va a venir detrás de eso.

 

Cuando la persona te dice: mire, es que yo creo que mi problema es así, porque mi papá fue así… o yo soy así porque yo nací bruto… resulta que existe un principio que se llama el antagonismo psico noético facultativito; quiere decir que: aunque tu no tuvieras la misma inteligencia de otros, eso no quiere decir que tu no puedes tomar la decisión de desarrollar una cierta habilidad. Pero tu vas a hacer la pregunta correcta de acuerdo con el principio que hay detrás.

 

Una vez tu entiendes por ejemplo lo que es la culpa, lo que es la muerte, lo que es el sufrimiento, los diferentes tipos de sufrimientos que hay; tu le puedes ayudar a la persona a comprenderlo para que ella misma ayude a encontrar su alternativa frente al tema.

 

Siento que es más prudente comprender bien los principios, porque comprendiendo los principios, la técnica se resuelve sola. Es decir: luego de aprender la técnica es muy sencillo, porque las técnicas de la logoterapia no son tan estructuradas. No son como una silla vacía gestáltica que es una vaina super compleja y además riesgosa de aplicar si no se sabe lo que se hace ¡no! Las técnicas de la logoterapia son más bien sencillas, incluso existen técnicas de grupo como los círculos de diálogo existencial, los grupos de cuentería, los grupos de reflexión. Y otro montón de cosas que podríamos hacer y que para una persona que está en últimos semestres de carrera o recién graduado o que lleva un par de años haciendo este oficio, lo hace con los ojos cerrados, lo hace dormido. Pero solamente le funciona bien si comprende los principios. Una vez los principios estén integrados en tu cabeza, ya que para ti la noción de libertad sea una realidad, no solo una realidad teórica sino una realidad en tu vida, ya es más fácil para ti promoverlo en los demás.

 

Una cosa que yo discuto mucho, que yo promuevo mucho es que: no podemos construir en los otros, aquello que no hemos construido en nosotros. Tenemos que trabajarnos para poder trabajar en los demás.

 

Egidio: yo creo que sería lo más apropiado para el grupo, para abordar los diferentes temas que tiene la logoterapia, me parece que es una propuesta sana para nosotros inicialmente. Aunque también la dinámica del grupo puede dar pie a…

 

Juan Carlos: claro, ustedes me dicen por donde y yo voy detrás. En mi filosofía de enseñanza es más prudente hacerlo desde esta perspectiva. Aquí lo bonito de este ejercicio es que yo no estoy amarrado a un programa ni a una calificación, ni por un contexto o un método de enseñanza particular. Yo solamente estoy aquí compartiendo con ustedes un par de cosas que he aprendido a lo largo de la vida y mirando que tanto les sirve…

 

 

Apéndice.

 

El coaching

 

Esteban: he escuchado varias versiones de que es una pseudociencia, entonces no tengo claro eso. Y la logoterapia maneja mucho el coaching existencial.

 

Juan Carlos:  el coaching existencial es la postura que saca Efrén Martínez al redor del tema del coaching usando la logoterapia, pero la idea original que se presenta en el 2005 en Buenos Aires, se llama: logo coaching, y es mía. Hasta donde mi pobre conocimiento alcanza, fui la primera persona de hablar del tema en Latinoamérica.

Lo que pasa es que yo soy profesor en una certificación de coaching con España, con la ISP de España, lo que pasa es que se parece mucho.

¿Cuál es el tema de que pseudociencia? El tema es que hay muchos coaching que han hecho una muy mala presentación del tema, y han manejado el tema muy mal, el coaching no pasa de ser una técnica. Una técnica muy efectiva, una técnica muy poderosa, pero no es más que una técnica. Y el problema es que ahora a todo se le dice ciencia, entonces todo el mundo dice que eso es la nueva ciencia. ¡La PNL es la ciencia que va a reemplazar a la psicología! La PNL no es una ciencia… ¡el empowerment es la ciencia del computador! Hay, por favor… el empowerment es una estrategia.

Entonces el coaching es una estrategia, es una técnica que sirve para ayudarle a la persona a alcanzar sus objetivos. Lo que pasa es que también hay mucha resistencia porque muchos psicólogos se resisten a hacer las cosas distinto y quieren seguir haciendo lo que siempre han hecho y cuando al cliente se le ofrecen alternativas como el coaching, ellos entran en pánico. Entonces hay un montón de criticas injustificadas; pero el tema también y ahí hay una cosa que también es cierto y es que: muchas escuelas de coaching son irresponsables y no enseñan la diferencia entre coaching y logoterapia, y psicoterapia. Entonces las personas creen que uno puede hacer un coaching para dejar las drogas, y eso no es verdad. Porque el coaching es una estrategia para alcanzar objetivos, no para resolver problemas, y el problema de las drogas no es parar; parar es muy fácil, el problema es no volver a arrancar, el problema es arrancar las estructuras psicológicas que sostienen el consumo. Y eso no es cosa de un proceso de unas horitas, eso es una tarea de toda la vida y requiere de mucho trabajo. Eso es un pedido de terapia, no de coaching.

 

Egidio: el coaching aparece con mucha información que es tomada de la psicología, pero nosotros los psicólogos no nos apropiamos de eso que ya sabemos. Nosotros estamos llamados para trabajar esas técnicas como vos lo explicas, pero nos quedamos encerrados en nuestro mundo, en nuestra comodidad.

 

Juan Carlos: correcto, así es. El coaching integrativo que es donde yo dicto clase, precisamente se llama coaching integrativo porque integra técnicas de los diferentes modelos psicológicos, pero enseñándole al coach de donde viene eso. No enseñándole a hacer terapia, sino enseñándole cual es el fundamento para que él sepa que se usa y que no se usa, y fuera de eso, el tema es que nosotros los psicólogos estamos demasiado pegados a los modelos patologizantes y técnicos que no permiten ver una postura como la del coaching.

 

Cuando viene una persona y me dice: doctor, es que yo quiero bajar de peso. ¿Cuál seria para ustedes como terapeuta la primera pregunta que ustedes le harían?... el ¿por qué? ha, porque yo soy gordo y feo… en ese caso, el terapeuta diría que lo que hay que trabajar es el “autoestima”. ¡ha! Pero yo no vine a eso doctor, yo vine a bajar de peso… en cambio ¿Cuál es la primera pregunta del coaching?... ¿Cuántos kilos y para cuándo?... el objetivo, no la autoestima, no. El objetivo. Y ¿la autoestima? Si la autoestima se atraviesa en la bajada de peso, lo mandamos a terapia. Pero a mí me interesa hacerlo bajar de peso, no más. Porque el coaching es para ayudarlo a llegar al objetivo.

A no 50 kilos ¿para cuándo? Para dentro de 15 días para irme para la playa… el coach lo guía para que el se ponga una meta lógica, razonable para que la pueda cumplir.

Al final el coach no hace nada, el coach lo que hace es ayudarle al otro a que haga. Hacer preguntas poderosas que le permitan al otro darse cuenta de ¿Qué el lo que el sabe? Porque siempre sabe que tiene que hacer.  

Entonces fíjate, que no es ninguna pseudociencia, porque no tiene pretensiones de ciencia, lo que pasa es que hay coaching que para poder venderse dicen: “el coaching es la ciencia” …  pero eso es una mala practica del tema, el tema nunca ha estado pensado ni diseñado como una ciencia, porque no es así.