· 

Psicoterapia y existencialismo...

Abril 01 de 2019

Encuentro virtual

 

Texto: Psicoterapia y existencialismo (los 3 primeros capítulos)

Participantes: Juan Carlos Carvajal (docente acompañante), Jesús Egidio Cárdenas, Esteban Higuita.

Hora: 8:45 pm

 

 

Transcripción:

 

Esteban:  La libertad de la voluntad

Es la capacidad que tiene toda persona para tomar decisiones, logrando así tomar distancia de sí mismo para poder reflexionar sobre sí mismo y apartarse también de el determinismo y el totalitarismo y actuar en consecuencia a nuestra voluntad o en disposición a algo o alguien. 

 

¿se entiende la normalidad de un paciente esquizofrénico dentro de su mismo trastorno?

 

Juan Carlos: normalidad es y siempre ha sido, y en la logoterapia particularmente; un criterio estadístico. Lo normal es lo que todo el mundo hace. De lo que habla Frank es: independientemente de la situación en la que se encuentre el paciente, incluso cuando se encuentra dentro de una condición enferma como la esquizofrenia, incluso en ese contexto; él tiene siempre una intención de encontrar una lógica y encontrar una libertad dentro de su propio accionar, es decir: si bien la enfermedad le quita buena parte de la libertad a la persona, y en eso está también de acuerdo Rollo May. Él tiene dentro de su propio contexto su propia posibilidad de libertad, y es desde eso de donde debemos intentar trabajar. Lo que pasa es que, va a hacer diferente porque, aunque la libertad es infinita, se expresa a través de lo psicobiológico; entonces las enfermedades pueden limitar la expresión de la libertad, pero nunca borrarla.

La libertad de la voluntad es la libertad de tomar postura y tomar decisión y tomar posición. Eso sigue existiendo, aunque esté limitado por una enfermedad, incluso una tan grave como la esquizofrenia.

 

Frankl en ese sentido es supremamente extremista, es decir: la libertad siempre existe. Porque esa es la noción de la dignidad humana para él, es decir: Un chico que nace con síndrome de Down ¿tiene libertad o no?... lo que pasa es que su posibilidad de expresión de la libertad está mediatizada por su enfermedad, es decir: no tiene la capacidad de poner la libertad al mismo nivel que la tenemos nosotros, pero la libertad igual existe. Por lo tanto, tiene la misma dignidad.

Aquello de que: “suspendamos el embarazo para que no venga a sufrir a este mundo”, carece de sustento desde esa perspectiva.

 

¿Yo no se si ustedes han tenido la oportunidad de trabajar o de ver de cerca personas que tienen síndrome de Down?

 

Egidio: si, alguna vez cuando era profesor de baile me tocó algunos con síndrome de Down.

 

Juan Carlos:  me imagino lo complejo, porque ellos sufren de una taxia que es natural a su propia condición.

 

Egidio: pero era muy bueno, porque la música los hace cambiar; ellos bailan, ellos se expresan, ellos trabajan. Como era con jóvenes, el único problema que se presentaba era cuando los ponía a trabajar en un grupo o en parejas, pero de resto hacían los ejercicios. Fue una experiencia muy bonita porque uno ahí saca los dones de la calma, de la paciencia, de buscar otras metodologías para explicar.

 

Juan Carlos: al final ellos no sufren; ha sido mi experiencia, ellos no sufren por su condición, sufren porque los demás los hacemos sufrir. Sufren porque los demás los discriminamos, sufren porque los tratamos como menos, sufren porque los pobreteamos. Y ellos tienen siempre la intención y la voluntad de aprender, de querer, de hacer, de buscar hasta donde su misma situación se los permite.

 

Partiendo de un hecho también complicado y es el hecho de que ellos no viven mucho, la esperanza de vida de ellos es bien corta, sobre todo porque el síndrome de Down trae aparejado un tema cardiaco que es grave y no suelen pasar de los 35 años.

 

Egidio: entonces la psicosis y la neurosis en todo este trabajo del existencialismo ¿Cómo se ve?

 

Juan Carlos: lo que pasa es que, de hecho, Frankl usaba el término que era común para la época. Como hablábamos la vez pasada; que él se tenia que contraponer a la psicología predominante y hegemónica de su momento, que era el psicoanálisis para él. Frankl, usaba los mismos términos para definir la enfermedad mental que él como psiquiatra manejaba en su momento. Entonces él hablaba de neurosis y de psicosis, pero eso dos términos cayeron en desuso porque el problema grave que tienen es que ellos dicen mucho y por lo tanto no dicen nada.

 

A mi me lo explicó mi profe de psicología general en la Sabana cuando yo estaba en primer semestre, de la siguiente manera: me dijo; el neurótico construye castillos en el aire, el psicótico los habita y paga arriendo. Básicamente esa era la idea.

 

Egidio:  y el perverso lo destruye…

 

Juan Carlos: entonces claro, por ejemplo: un trastorno obsesivo compulsivo; era una neurosis, una parálisis histérica; era una neurosis (que es lo que hoy se llama trastorno conversivo de la personalidad), una depresión; era una neurosis, pero una esquizofrenia; era una psicosis. Ya los graves, eran psicosis, una catatonia; era psicosis, un delirio de persecución; era psicosis. El termino era demasiado abarcador, entonces ¿Cómo se considera el ejercicio de la enfermedad mental desde la logoterapia?

Se considera que existen 3 orígenes de la enfermedad mental:

a)                  Neurosis o enfermedad mental, en ese contexto: somatogena, derivada de un problema somático, medico, clínico.

Tu tienes un tumor en el sistema límbico. Toda la terapia del mundo no te ayuda a controlar tus emociones, porque el problema es fisiológico. 

b)                  Psicógena: es la que se origina en un fenómeno psicológico: un estrés postraumático, por ejemplo.

c)                  Noógena: es la que se origina por la falta de sentido de la vida, es decir: debido al vacío existencial se pueden generar depresiones y otro tipo de enfermedades que pueden llevar incluso al suicidio.

Ese tipo de ansiedades anticipatorias y de cosas que su ceden por la falta de sentido, son las que provienen muchas veces y se trabajan directamente desde la logoterapia.

 

Esa es la forma como se entiende. Si lo llevamos al contexto más general, muchas de las enfermedades psicógenas incluso, son (y eso es una postura de la psicología existencial) resultado de malos manejos de la ansiedad.

Hay una autora contemporánea de psicoterapia existencial que es talvez la más importante en este momento en el mundo en el tema, que se llama: Emmy Van Deurzen, ella es alemana y vive en Inglaterra. Yo tuve el honor de conocerla y conversar con ella en un congreso donde nos encontramos en Perú, hace varios años; y dentro de la postura de Emmy y que es en general de la psicoterapia existencial, el asunto es que cualquier síntoma de enfermedad mental al final, es una forma inadaptada de resolver la ansiedad.

 

Entonces supongamos: una persona que es germofobica; les tiene un miedo espantoso a los gérmenes, al punto que tiene que lavarse las manos 37 veces cada día porque sino se va a enfermar. ¿de donde proviene esa noción del miedo a la enfermedad?... pues, porque la enfermedad puede llevar a la muerte. En ultimas lo que esta es tratando de resolver la ansiedad natural que le produce el miedo a la muerte y está tratando de convertirla en eso… está tratando de resolverla de esa manera. Ahí es donde viene el problema; es donde él necesita hacer algo para resolverlo y su forma de resolverlo es evitar enfermarse a cualquier precio y eso termina generando una enfermedad muy complicada, incapacitante como es un TOC.

 

Egidio:  uno mira mucho, digamos: cual ha sido el problema cuando uno está en la universidad y en psicología humanista y como a uno le enseñan siempre a pararse desde el DSM IV – V; desde la enfermedad; el humanismo no se para desde la enfermedad, se para es desde otro concepto; el sentido de vida; el sentido por lograr sus objetivos. Entonces a veces esa combinación o esa forma de interactuar, entre la enfermedad que nos establece la parte toda la documentación científica, y la otra; es muy difícil de entender eso. Hay veces yo me complico con eso, ya me lo estás explicando; nosotros vamos por ese sentido de la vida.

 

Juan Carlos:  además hay una cosa, para nosotros la psicopatología no existe porque no es natural en el hombre ser enfermo. La enfermedad es un accidente.

Hablemos un poco de por qué nosotros criticamos mucho esa noción de enfermedad y no solo nosotros; los sistémicos y constructivistas también son enemigos acérrimos.

¿Qué es lo que pasa? Lo que pasa es qué ¿tu crees que podría la asociación medica norteamericana un buen día despertarse y decir: “a partir de hoy la diabetes ya no es una enfermedad” “ya no es necesario tratar a la gente por una diabetes”, ya no hay que vender medicamentos para la diabetes” ¡no! ¿verdad? Como es entonces que el DSM III la homosexualidad era una enfermedad y hoy ya no. Y no estoy atacando a los homosexuales, soy claro en eso, no estoy pretendiendo agredir a nadie. Si no, el hecho mismo de que la categoría se consideraba una enfermedad que era digna y necesitaba tratamiento y de un buen momento a otro, ya no.

 

Es decir: si una persona de un día para otro amanece diciendo: “esta pierna me sobra, yo no quiero tener esta pierna; nadie le cortaría la pierna, porque eso es una enfermedad mental (ahora mismo no recuerdo el termino) pero ese es un tema de: ¡Cómo se le ocurre! ¡como se va a cortar la pierna!

Como es que entonces yo, ponerme una cantidad de medicamentos y cortarme el pene; no se considera enfermedad.

Insisto no tengo nada contra estas personas, de hecho, este semestre he tenido la experiencia de enseñar a chicas trans, y ha sido todo un tema de descubrimiento para mí; de cómo es el manejo de ellas, y de como se vuelve de compleja la vida para ellas en el momento en que aceptan un cambio tan grande en sus vidas. Eso no es una cosa sencilla. Respeto mucho tomar una decisión de esa naturaleza y enfrentar eso que ellos sienten, y tener la decisión libre de asumirse como sienten que son; me parece un acto de valentía.

Pero el tema es que: en términos de la categoría, es el mismo principio, pero no. Porque resulta que el ejercicio es muy ideológico.

Poa ahí escuche, que las personas que quieran tener más de cuatro hijos; probablemente tuvieran una enfermedad mental.

 

Entonces resulta que ahora, respaldamos con un criterio de enfermedad una posición completamente ideológica. Esa es la razón por la que no solemos creer mucho en el ejercicio de la enfermedad como categoría, porque en realidad donde está el sustento de que eso es así. El 80% de los pacientes, es decir: 8 de cada 10, que tienen depresión, tienen una comorbilidad. Con lo cual, la depresión como enfermedad pura es de hecho rara, entonces si podemos hablar de que la depresión es una enfermedad como tal o será más bien una característica de otras enfermedades.

Ahí es donde viene toda esa cantidad de preguntas alrededor del tema que uno dice: ¡ha! ¿De donde se sacó que existe la depresión?

 

Pues porque entrevistamos un montón de médicos, psiquiatras, psicólogos, preguntándoles: ¿qué encuentran en terapia? Agrupamos los síntomas que estadísticamente más comúnmente se agrupan y a eso le ponemos un nombre convencional que se llama: depresión, esquizofrenia, trastorno obsesivo compulsivo. Y con eso consolidamos un manual y, a partir de ese momento, como dice Foucault: el lenguaje de la psicología no describe si no que prescribe a partir de ese momento creamos la categoría de depresión, ahora hay prejuicios contra la depresión, pacientes depresivos, medicamentos contra la depresión, tratamiento contra la depresión. Pero si el 90% de la población entrara en depresión, ya deja de ser enfermedad. Porque volvemos al criterio de normalidad.  

 

¿por qué a los homosexuales les decían desviados? Porque estadísticamente estaban dentro de la primera desviación estándar, entonces son: unos desviados. Es un criterio matemático convencional que es de hecho, absurdo. Por eso es que nosotros al tema no le creemos.

Y yo le insisto a mis alumnos: eso significa que como ustedes son humanistas ¿no necesitan del diagnóstico? Claro que no (argumentando que si es necesario el diagnostico). Porque si usted es clínico, usted se mueve con ese lenguaje, es decir: eso es parte del lenguaje profesional.

Imagínate que cada vez que yo te fuera a remitir un paciente, te tuviera que decir: lo que pasa es que el se siente, así como desganado, como que no tiene muchas ganas de hacer cosas, como que no quiere comer, hay días que sí otros que no… tiene depresión, listo ya sabemos de que estamos hablando.

 

Eso es un lenguaje convencional que entre profesionales es importante, pero esa etiqueta arruina vidas. Tú, de psicólogo le dices a alguien: yo creo que tú eres como medio depresivo… el ya no puede adoptar porque tiene una enfermedad mental que lo inhabilita para poder adoptar. “eso arruina vidas”. Eso es grave, andar uno repartiendo etiquetas a lo salvaje, es peligroso. Pero nosotros como psicólogos, tenemos que saber eso porque ese es nuestro lenguaje profesional, es la forma como nosotros comunicamos.

 

Esteban:  esa es la postura de la psicología humanista, porque por ejemplo la psicología conductual es así; es etiquetando trastornos de acá para allá. Todo lo miran desde ahí.

 

Juan Carlos: es la psicología humanista la que piensa así.

Porque además nosotros por eso nunca vas a encontrar un manual que diga: manual de psicología humanista para el tratamiento de la depresión, no. Porque la psicología humanista no trata la depresión, trata a personas que tiene síntomas depresivos o que tienen depresión.

En ese orden de ideas, la estadística puede ser muchísima acerca de la depresión, pero no me dice nada en absoluto acerca de tú depresión, esa la tengo que descifrar yo.

 

Egidio: ¿por qué llega él a esa depresión? Es lo que nosotros tenemos que trabajar. 

 

Juan Carlos:  y de alguna manera ¿Cuál es el propósito? O ¿Cuál es la función que esa depresión está teniendo en su vida y en su manera de entender al mundo? ¿para qué le sirve esa depresión? ¿qué sentido le encuentra? Ese es el ejercicio, comprenderlo desde allí. Comprendiendo cual es el propósito de la depresión podemos ayudarle a llegar al mismo sitio, sin necesidad de tener esos síntomas. Y es increíble como remiten de rápido cuando la persona lo entiende, en cuanto a que el tema no sea biológico, una depresión endógena no tiene solución.

 

Egidio: pero muchas veces esas depresiones no llegan a esos estados. Pero como los tenemos que medicar y les tenemos que dar un diagnóstico, ahí si nos tiramos en ellos.  

 

Juan Carlos: así es. Una depresión endógena, es una inhabilidad del cerebro de producir serotonina y dopamina; entonces como es una inhabilidad del cerebro para producir neurotransmisores, el siempre va a estar deprimido. Y el diagnostico diferencial más rápido es: amanece en la maldita sea y al final del día ya está bien. Porque los neurotransmisores se acumulan a lo largo de todo el día.

Entonces la única solución es una pastilla, pero, lo que nosotros tenemos que trabajar es: las depresiones accesorias que viene de allí, por ejemplo:

Una persona que tiene una depresión endógena se siente mal por estar mal, se siente deprimido por estar deprimido, porque él se dice a sí mismo: “ha, pero bien pendejo yo, yo lo tengo todo bien y aquí en esta situación” … entonces esa depresión accesoria profundiza y complica mucho la situación, hay que trabajar es en eso y no dejar que se empeore.

 

Esteban: yo tuve una paciente con trastorno limite de la personalidad. Ella desde que llego me decía: “yo tengo este trastorno y me decía las características”. En la primera sesión, al final, ella me dice: “y el tratamiento es este” … tenía tan marcado el trastorno que incluso llegó a decirme cual era el tratamiento. A veces encasillamos a la gente y en vez de hacer un bien lo que hacemos es un mal porque la persona se lo cree extremadamente.

 

Juan Carlos: además porque tú eres el psicólogo y como tal; todo lo sabes. “Tú tienes todas las respuestas, tú sabes que hay que hacer, que es lo que hay que decir, por donde es que es la cosa, tú tienes conocimientos de todas las áreas y de todos los problemas de la humanidad”. Lo cual hace que nosotros tengamos que cuidar mucho “la mugrosa lengua”, porque cada estupidez que a usted se le ocurre decir; se vuelve verdad para el paciente.

 

Esteban: eso es lo que se llama la iatrogenia.

 

Juan Carlos: ¡correcto! Yo conozco algunos colegas genios, que se les ocurrió importar ideas ridículas sin tener en cuenta al contexto, por ejemplo, en una empresa:

“Los tres con la peor evaluación del desempeño se van de la compañía”. Pero eso no calcula nuestra “indiosincracia” colombiana, con todo el respeto del caso. Porque resulta que lo que termina sucediendo acá; no es que la gente lucha para estar entre los mejores, sino que le pone la “pata” al compañero para que el otro esté peor que él. La idea no ser yo mejor que usted, la idea es que usted sea peor que yo, para que se vaya usted y no yo.

 

Egidio: lo que estamos hablando, aplica mucho en las escuelas. Yo estuve trabajando un tiempo en escuelas y los niños ya viene con su diagnostico muy marcado, porque los profesores les refuerzan eso. Ejemplo: “yo tengo TDH”. Y él ya se para en el TDH y lo reconoce todo el mundo que el tiene TDH. Entonces yo decía: tan difícil cambiar esa mentalidad, porque todo el entorno confluye o ayuda para que él tenga ese síntoma o para que él se crea esa enfermedad.

 

Juan Carlos: ¡correcto” y como “san Google” todo lo sabe, no es sino averiguar de que se trata y ahí le dice.

Díganme, que no les pasó a ustedes cuando estaban estudiando psicopatología, que encajaban en todos los trastornos… menos una que otra parafilia de esas locas; de resto en todas. ¡claro! Si usted se pone a mirar en internet sin conocimiento y sin un criterio claro, usted va a encontrar que usted es esquizofrénico efectivamente; y si no era, se vuelve, porque empieza a manifestar las conductas. Peligroso eso…

 

Egidio:  por eso entonces, digamos que es muy importante la psicología humanista porque no está etiquetando, no está dando un diagnostico; lo tenemos internamente para nosotros saber, pero el paciente o consultante no debe estar en esa función.

 

Juan Carlos: ahora que decís lo d ellos chicos con TDH, un profe nos dio un truco buenísimo para el diagnóstico diferencial de eso. Llega el papá: “mi hijo es hiperactivo; tiene TDH”. Y ¿diagnosticado cómo? No, el profesor me dijo…  el niño ¿tiene Xbox, play station? Si. Y ¿juega? Huff 6 horas diarias…  no tiene TDH.

A nivel neurológico, la hiperactividad cerebral impide (si tu vieras en un encefalograma a un niño con TDH, es una locura) que él mantenga la atención centrada más de 2 minutos en lo que sea, no hay ninguna posibilidad si él tiene ese trastorno cerebral; pueda lograr estar 8 horas continúas concentradas en un solo tema, en nada. Porque su cerebro no puede mantener su atención enfocada en nada, el problema no es que sea hiperactivo, el problema son las 8 horas de Xbox. Porque en un Xbox (si ustedes han jugado, supongo que sí), un juego sencillo: Mario Bros, Mario tiene que saltar, agacharse, correr, quitarse para adelante, quitarse para atrás, fuera de eso tiene colores y está la música, y está la emoción y la interacción. Después de ese nivel de estimulación a toda velocidad, se sienta el niño en el salón y empieza la profesora: “mi – ma – má- me – mi – ma… y el chino ya se está botando por la ventana.

 

Es imposible, cuando el está acostumbrado a semejante nivel de sobreestimulación; es imposible quedarse sentado mirando para adelante 6 horas. No hay ninguna forma que logre eso.

¿quiere quitarle la hiperactividad? Córtele el juego, si quiere no se lo quite del todo, pero no lo deje 8 horas metido en él.

La única manera en que uno puede realmente diagnosticar un TDH a alguien es con un electroencefalograma… pero esto, como es también una cuestión comercial, el tema es vender ritalín y manejar a los chinos a través del medicamento, es muy parecido a lo que pasaba con la lobotomía en su época, que inclusive se llegó a proponer lobotomía para manejar a los niños conflictivos. Se pueden imaginar esa salvajada, porque era la solución para resolverlo todo.

 

Esteban: tengo una duda con los términos “noético” y “Noológico”.

 

Juan Carlos: son términos equivalentes, son diferentes formas de traducir al español los términos que usaba Frankl en alemán.

 

 Egidio: me voy a salir un poquito preguntando ¿la logoterapia como trabaja los procesos de cáncer?

Juan Carlos: me resulta un poco complejo, porque no estoy muy en la línea de la psicología de la salud. Pero sí te puedo contar que la logoterapia es un modelo privilegiado para los cuidados paliativos, porque de lo que se trataría en esos casos es de ayudarle a las personas a descubrir cual ha sido hasta ahora, el sentido de su vida.

 

Frankl habla, por ejemplo, de las personas de la tercera edad, habla “de los graneros llenos”, él dice: hay un punto en tú vida donde tú paras y miras para a tras a ver que dejaste y lo mejor que te puede pasar, es encontrar los graneros de tu vida; llenos de sentido. Cuando tú, volteas a mirar y ves que no hiciste nada, pues entras en un pánico espantoso; s eme acabó el tiempo y ya no fue más…

En Colombia, el promedio de la esperanza de vida para los hombres es de 70 años. O sea que algunos aquí ya pasamos, ya tenemos estadísticamente más días atrás que adelante. Eso que quiere decir: que llega un punto donde hay que voltear y mirar a ver qué pasó.

Cuando yo tengo 82 o 84, ahí si que es cierto que tengo más días atrás que adelante…

 

Esteban: Juan, me hiciste acordar que en esta lectura Frankl pone un ejemplo:

Un muchacho que llegó tarde a la escuela se excusó ante el maestro argumentando que las calles heladas resbalaban tanto que cada vez que intentaba dar un paso hacia delante resbalaba dos pasos hacia atrás. A lo que el maestro replicó: «Ahora sí que te pillo con una mentira. Si esto fuera verdad, ¿cómo pudiste llegar a la escuela? Y el muchacho respondió tranquilamente: «¡Al final di la vuelta y

me fui para casa!»  

 

Juan Carlos: cuando yo empiezo a pensar en que me quedan más días atrás que adelante, ahí es cuando tengo que mirar: Qué pasa, cuando tengo cáncer y el cáncer es grado 4 y el médico me dice: señor, tengo la triste obligación de decirle que le queda muy poco tiempo de vida, y yo le pregunto al médico: ¿Cuánto tiempo doctor? Y contesta el médico. 10… diez ¿qué? semanas, meses, años… y empieza el médico: 9, 8, 7, … cuando nos vemos en semejante situación, pues es un punto donde tenemos que empezar a retomar y a recuperar lo que ha sido el sentido de nuestra vida, lo que estamos dejando, lo que sí hicimos, lo que construimos. Ahí dice Frankl: “haber sido, es la mejor forma de ser” …

 

… de lo que yo estoy hablando es de ayudarle al paciente a descubrir, cuáles fueron las cosas que para él resultaron valiosas, no para el terapeuta. De ayudarle al paciente a entender, que es lo que él está dejando detrás de sí, qué es lo que él está consolidando en sí.

Algunas veces eso puede ser, lo que hizo por otras personas. Algunas veces puede ser un tema religioso. Otras personas simplemente no requieren de una intervención de ese nivel. Cuando la pregunta que me hacía Egidio ahorita, era: ¿Cómo interviene la logoterapia en el cáncer? Interviene ayudando a la persona a aceptar la noción de lo que le está pasando y a reconstruir su vida desde allí, pero no más.

Egidio: ¿Por qué surge la pregunta? Estoy en un grupo donde estamos estudiando un poco todo el proceso psico oncológico. Hay muchas posturas, pero una que nos daba muy duro es que, los médicos le dicen al paciente: tienes 5 días, te vas a morir en días; y lo dejan suelto. ¿Qué hacemos nosotros los psicólogos que no nos hemos apropiado de intervenir en estos casos?... cuando ya está el diagnostico, el tratamiento y cuando ya hay un momento donde las posibilidades son muy pocas para cambiar la realidad de una muerte.

 

Nosotros los psicólogos nos hemos alejado de esa parte, y el medico es el que define y da todas esas posibilidades al paciente de: vas a morir, no vas a morir, tú sigues, este no sigue… como siendo un Dios. Ahí era la pregunta; la psicología humanista se para en ese ser, hay que descubrir toda esa emocionalidad y todo ese ese proceso para poder intervenirlos y darles ese apoyo, lo que tú decías: parece aquí y mire hacia atrás, ¿Cómo están los graneros?

 

¿Qué eso de pronto también puede generarle más depresión?... porque mira hacia a tras y dice: no construí nada, lo que construí son cosas que no permitieron que mi familia, mi trabajo, las cosas, salieran delante, porque también puede darse eso. Entonces ahí, llegaría una depresión donde la persona puede llegar mucho más rápido a fallecer, porque no vio o no tuvo sentido su vida.

 

 

APÉNDICE

Logoterapia en el campo Organizacional

 

Esteban: también es algo nuevo lo de la logoterapia incluida en el campo organizacional, yo por lo menos no he encontrado mucha literatura sobre ello.

Juan Carlos: hasta donde mi conocimiento alcanza, el único que a escrito algo oficial sobre el tema; soy yo. Que no quiere decir que eso sea verdad, pero es lo que yo sepa… yo publique un capitulo de un libro que se llama: la organización existencial. “psicología organizacional: perspectivas y avances”.

 

Cuál es la diferencia entre lo que yo he venido trabajando y lo que hacen muchas otras personas que han intentado hacer este tema de la organización. El asunto es que: la formación mía, es bien particular; yo soy logo terapeuta, soy especialista en psicología de las organizaciones y magister en psicología de las organizaciones y el trabajo. Yo nunca estudie recursos humanos, entonces, como yo no he estudiado recursos humanos sino psicología de las organizaciones, que es diferente. Mi visión, es la visión del que viene de afuera, no del que llega a hacer administración de recursos humanos. Entonces, la visión mía, es la visión de la aplicabilidad del ejercicio entendida en la empresa. ¿eso qué significa? Significa que yo no creo que, para arreglar una empresa, lo que haya que arreglar sea solamente a las personas.

 

Una empresa es un grupo de personas, tanto como una persona es un conjunto de células; ambas declaraciones son correctas, pero tú, no puedes reducir a las personas sencillamente a un conjunto de células porque son un poquito más que eso. Aun desde el punto de vista médico: las células se organizan en tejidos, los tejidos en órganos y los órganos se comunican entre sí a través de las hormonas. Entonces, muchas veces el problema es hormonal, no celular. Si tú intentas arreglar todo por las células, van a ver muchas cosas que nos a poder solucionar porque estas ignorando la relación entre los sistemas. Entonces, no puedes alegremente, suspender ese tema así.   

 

¿qué pasa entonces? Cuando tu trabajas en una empresa y trabajas únicamente desde las personas; ignoras la cultura, ignoras el clima, ignoras la estructura, ignoras los procesos, ignoras las políticas. Pues, pierdes el tiempo. Por eso es que muchos empresarios dicen: esos psicólogos, uno pagarles eso, es perder la plata. Y tienen razón, porque tu vas y le haces a todos el super taller de trabajo en equipo con lo ultimo en guaracha de la tecnología, para aprender a trabajar en equipo. ¿sabes que es lo mejor? La gente a prende a trabajar en equipo, pero como no tienen equipos de trabajo. Como después, resulta que todos los indicadores de trabajo son individuales. Como después el jefe ve a alguien sentado haciendo una reunión… ¿ustedes que hacen ahí? Jefe, el circulo de calidad… no, no, póngase a trabajar, eso lo hacemos después. Pues ahí lo mató.

Entonces, cuando nada de eso se tiene en cuenta, todo lo que tú hagas con la gente es inútil. No tiene ningún propósito.

 

Eso también hace parte de “los mitos de la gestión de los recursos humanos”, y uno de los mitos era que: el desempeño de la organización, es la suma de los desempeños individuales, y eso tampoco es verdad. ¡huy! ¿pero como que no? No. Porque la mejor persona con la mejor capacitación, con la mejor intención, con la mayor motivación, en un sistema que se lo impide; no puede trabajar. Es decir: si yo, para poder tomar una decisión de mi trabajo, tengo que preguntarles a cinco “tarados”, pues, nunca voy a ser efectivo en mi trabajo porque dependo de la eficacia de los otros cinco “tarados”.

Además, hay otras cosas, por ejemplo: el desempeño de la organización se mide también en términos económicos y hay factores, macro y micro económicos, por lo menos 50 o 60 variables diferentes, que no dependen de las personas de la organización, que pueden dar al traste con todo. Un caso muy simple y muy sencillo aquí en Colombia, fue lo que les pasó a los cultivos de flores, cuando el gobierno retiró la “banda cambiaria”. El gobierno en su momento durante muchos años, mantuvo controlado el precio del dólar. Cuando el dólar se bajaba mucho, para favorecer a los exportadores, el gobierno compraba dólares y entonces subía el precio. Y cuando el precio se subía demasiado, para no perjudicar a los exportadores, el gobierno inyectaba dólares para bajar el precio y así mantenía unos ciertos niveles de regulación de la banca cambiaria. Entonces, eso nunca puede ser perfecto, pero era más o menos estable.

En el momento en que el gobierno deja de hacer eso y decide decir: me está saliendo demasiado costoso, no puedo seguir haciendo esto; que el dólar se maneje solo. Casi acaba con todos los cultivos de flores. Porque la flor no vivía ni de la producción, ni del costo, ni del manejo comercial sino en la diferencia en el cambio de dólar.

Tú produces a 5.000 pesos, pero vendes a 5 dólares, peor resulta que cada dólar vale 5.000 pesos; entonces 5 dólares son 15.000 pesos, entonces es el negocio de la vida. Cuando resulta que el dólar ya no vale 3.000 sino que vale 2.000, tú empiezas a pasar saliva. Y cuando ya vale 1.500, tú ya estás, mejor dicho, desesperado. Porque se te empieza a parecer el precio de venta al precio de producción y te va a empezar a botar perdidas, y ahí empieza el pánico.

Ese es un buen ejemplo de como el desempeño del cultivo, no tiene nada que ver con la gente. Todo el mundo está haciendo bien su trabajo. Es la política de la organización respecto de los precios y la comercialización lo que está a punto de dar atrás con la empresa.

Entonces, la visión mía frente a la organización, es que la organización es un ser vivo, un organismo topoyético de orden superior, “como diría Maturana”. Por lo tanto, la organización tiene las mismas dimensiones del ser humano: físicas, psicológicas y existencial. Y esas mismas tres dimensiones le permiten hacer lo mismo que hace el ser humano: tomar decisiones, tomar postura frente a las situaciones, definir como quiere trabajar. Permite que la organización en su versión psicológica, que es el tema de cultura; sea afectado y pueda afectar a las personas dentro de la organización y que la organización sea la encargada de construir la sociedad.

Son las organizaciones las que le han vendido a las chicas la idea de que: si no eres 60 – 90 – 60, y mona y con ojos azules, entonces nadie te va a querer. Y eso a causado incluso, una proliferación de la anorexia.

Son las organizaciones los que le han vendido la idea a la gente de que todo tiene que ser fácil y que todo tiene que ser en segundos. Y eso nos ha llevado a una cantidad de desastres a nivel social porque todas las personas quieren hacerlo fácil y quieren hacerlo ya.

¿si me explico?

 

Egidio: yo me quede enredado por todo lo que estabas manejando, como ya le metiste las variables económicas y otras, ya eso no hace parte de la estructura del ser, sino de otras variables que están afectando directamente un equipo o una compañía.

 

Juan Carlos: ¿correcto! Porque la organización es un ser independiente, entonces tiene también otras dimensiones diferentes.

 

 Egidio: no podríamos decir: que deberíamos de trabajar a las personas, al jefe, al grupo… sino que también tendríamos que trabajar digamos, la estructura empresarial como tal.

 

Juan Carlos: decía Viktor Frankl: “que toda forma de terapia tiene detrás una idea de hombre que la sustenta”.  Sea que esa idea sea explicita o no, tiene una idea de hombre que la setenta. Todo sistema de gestión tiene una metáfora de empresa detrás. Cuando tú dices: que una empresa es un reloj perfectamente ajustado, en donde todos los engranajes funcionan… estás tratando a la empresa como un sistema cerrado y a las personas como engranes y cuando un engrane se tuerce ¿Qué haces? Lo cambias, lo botas. Porque al engrane no vale la pena repararlo, al engrane no vale la pena tenerlo en cuenta, el engrane no tiene una condición que pueda servir en otra situación, al engrane hay que botarlo y ya.

Cuando tú hablas de la empresa como medio de producción de dinero, pues las personas son mecanismos de la producción y cuando el mecanismo de producción no produce, se va.

Si queremos una empresa que respete a la persona y que le permita su propia naturaleza humana, tenemos que tener una metáfora de organización que nos de pie para eso.

 

Egidio: ya la cojo. Es la misma estructura en la que está montadas las empresas la que no permite el desarrollo del personal.

 

Juan Carlos: así es. Porque usamos, por ejemplo: una estructura organizacional completamente piramidal que garantiza que el poder queda en la cabeza de unos poquitos y así, cuando una persona tiene una dificultad o tiene un problema, entonces no tiene nada que hacer, sino que depende de que el otro le dé, le haga, le permita…

 

Esteban: ¿Cuál sería entonces la estructura adecuada, Igual si es una estructura lineal siempre se va a necesitar la jerarquía?

 

Juan Carlos: lo que pasa es que no es solo el hecho de la jerarquía sino, el manejo que haya dentro de la jerarquía. Cuando la estructura es absolutamente plana lo que se genera es desorden y el desorden es el desastre absoluto. Una cosa es, por ejemplo: lo que se puede hacer es una estructura jerárquica con autonomía, en donde la persona tiene la capacidad de tomar determinado tipo de decisiones hasta cierto nivel.

 

También están, por ejemplo: las estructuras matriciales o las estructuras orientadas a procesos; en donde no es la estructura la que importa sino el proceso como tal.

Rumble y Brochell, por ejemplo: hablan de que la organización se analiza en tres niveles, que es: el nivel de organización, el nivel de procesos y el nivel de puesto de trabajo ejecutor, ósea el nivel de personas.

 

Entonces, cuando tus hablas del nivel de organización, tú hablas de cuál es el objetivo de la organización y ahí ya no tendríamos desde un punto de vista (en que hemos venido trabajando en la RILO) más logoterapeutico, no hablaríamos de un objetivo sino de un propósito. En términos que el propósito es ese valor trascendente que tendría el trabajo en la compañía.

La red internacional de logoterapia organizacional, tiene como propósito, ayudar a cambiar el mundo en la empresa a la vez. Para eso tenemos una estructura interna, para eso tenemos una serie de procesos, pero todos los procesos siempre están orientados hacia el desarrollo de las personas dentro y fuera de la organización.   

Entonces de esa manera lo que hacemos es que todo trabajo que hacemos siempre está organizado hacia un punto especifico.

Que haya una estructura es importante, pero que la estructura sea más importante que las personas; ese es el problema.

 

Otro elemento que es importante en la creación de una estructura que favorezca el sentido, sería el manejo de los valores. Una postura similar a eso es lo que plantea Blanchard, en: “administración por valores”, donde él dice: la única forma en que la compañía funcione bien, es que sean los valores los gerentes de la compañía. Por ejemplo: vamos a poner un valor que no sea tan trascendente, un valor muy sencillo y muy organizacional, la rentabilidad. Vamos a definir el valor de la rentabilidad como: todo lo negocio que se haga en esta empresa, debe dejar un 30%. Si ese valor es gerente de la compañía, quiere decir que en el momento en que venga uno de ustedes y me diga: venga jefe, le tengo el super negocio. ¿de verdad? Si. ¿de cuánto es? 5.000 mil millones… que maravilla. ¿y cuánto deja? ¡Ha, pues no sé! ¡no, pues revise!... no pues, ese negocio de 5.000 millones nos va a dejar 50 millones… no mijo, nuestro valor dice: que, si no deja el 30%, no se puede. Entonces no lo hacemos. Y será de muy de 5.000 millones, pero no me voy a poner a manejar 5.000 millones para ganarme 50, tráigame más bien uno de 150 que me deje 50 y ese si me sirve, o si me va a traer uno de 5.000 millones, entonces que me quede 1.500.

 

Si mi valor en la compañía es el respeto, y un día yo bajo a la planta y veo al supervisor diciéndole al operario: usted lo que es, es un hijo de su… yo debería suspender a ese supervisor, porque si el valor es el respeto; yo no puedo permitir eso. Ha no, a mi lo que me importa es que lo haga trabajar… ahí es donde el valor ya pierde sentido.

 

Si mi valor es la ética y yo tengo definida la ética como que no acepto bajo ninguna circunstancia pasar a nadie comisiones indebidas para firmar un negocio; pues eso sencillamente no puede pasar, y si el negocio se pierde; se pierde, pero yo no le voy a firmar a nadie una comisión.

Es decir, es ser autentico y concreto con el tema.

 

Con esos valores que uno logra definir, grandes o pequeños, materiales o existenciales. Con esos valores es que uno define el propósito. A partir del propósito construye la misión y la visión. Y con eso y una herramienta que nosotros tenemos estratégica, desarrollas: funciones, tareas y la estructura. Entonces la estructura queda “linquiada” y orientada a cumplir con el propósito de la organización. Que en ultimo termino es la forma como se va a ver el mundo cuando nosotros vivamos nuestros valores. Esas son palabras de Blanchard, no mías…

 

…Yo veo mucho, y considero que no es válido, que la gente dice: no, pero es que nosotros pagamos comisiones “porque es que como todo mundo lo hace” … “no, es que como que toca” … si no vamos a hablar de una libre empresa sino de una empresa libre, pues la empresa libre tiene la posibilidad de decir: no hago eso y buscar alternativas en el mercado.

Una empresa libre puede entrar a hacer un ejercicio como el del “océano azul” que lo que busca es generar nuevos espacios de mercado, donde no haya competencia, para no tener que someterse a eso y ser ellos los que marcan la pauta…

 

… ¿se dan cuenta que la formación mía organizacional es bien diferente? No estamos hablando de selección y evaluación del desempeño; que también, es decir: yo también lo hago, lo sé hacer y también tengo posturas al respecto.

 

Hay un ejercicio muy interesante de liderazgo trascendente, que presentamos en el ultimo congreso de logoterapia en Colombia, que resulta super interesante, haciendo uso de la libertad, la responsabilidad, la autotrascendencia y el autodistanciamiento. Como liderar desde los recursos noéticos para fortalecer un proceso que ayude a que la persona crezca y ayude a crecer a la compañía…

 

Lo que hemos venido trabajando es lo que yo denomino: la ontología dimensional empresarial…